¿Qué hacemos con nuestro tiempo?
Dice Eclesiastés, cuyo autor se llama a sí mismo «hijo de David» y «rey en Jerusalén» (Eclesiastes 1:1), atribuido tradicionalmente, al igual que el Libro de Proverbios, al rey Salomón. El autor bien prodría ser él o no, podríamos imaginar que si pero tampoco afecta demasiado al texto) ya cansado de haber experimentado de todo (tanto intelectualmente, como materialmente) y empieza a hablar sobre lo vano e inutil que parece todo,…o casi todo.
Al final del capítulo 5, versículos 18 al 20 vemos cómo dice que disfrutar de los bienes que produce tu trabajo, es DON DE DIOS.
Empieza el capítulo 6:1-2 diciendo que un mal común del ser humano es trabajar, trabajar y trabajar y nunca poder disfrutar de los bienes que produce dicho trabajo. Esto lo considera nuevamente VANIDAD (humo que podríamos decir; menudo desperdicio).Es bueno trabajar claro, en lo secular, en la iglesia, etc… pero debemos tener tiempo para disfrutar ese trabajo sino… algo nos estamos perdiendo dice este sabio.
Sigue en el 7:16-17 recomendando ni ser muy sabios, ni muy insensatos…PUNTO MEDIO podríamos decir.
Y justamente esto conecta con lo anterior, guardemos un equilibrio siempre en todo. El mucho trabajo, el mucho reconocimiento, el mucho dinero, la mucha sabiduría… en exceso todo es VANO
Aprendamos a vivir en ese equilibrio… y como termina el libro (con palabras mías) Disfruta pero haz el bien
17 No quieras hacer mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?