Los Ancianos tendrán entre sus cometidos:
- La predicación y ministración de la Palabra de Dios.
- La consejería, el cuidado y la dirección espiritual de la Iglesia
- La preservación de la sana doctrina, y la disciplina eclesiástica.
- En general, auxiliar al Pastor de la Iglesia en su cometido específico, supliéndole en sus ausencias y supervisando junto con él la marcha de las distintas Diaconías.
(Fuente: Reglamento de Régimen Interno de la Iglesia)