ANA BRAVO
Un año más que termina. Un año en el que hemos visto dolor, miedo, incertidumbre, soledad, tantas cosas que nos hacen pensar ¿qué haríamos si Dios no estuviera en nuestra vida?
Por tanto quiero decir «gracias Señor»
Gracias por haberte conocido.
Gracias por amarme más allá de lo que yo pueda entender.
Gracias por levantarme cuando me he caído, y decir «no importa el pasado, yo te amo».
Gracias por tu paciencia, por esperar que tus hijos vuelvan a tí, porque nadie arrebatará a tus ovejas de tu mano, pues ellas oyen tu voz.
Gracias por enseñarme a quererme, algo que todavía sigo aprendiendo.
Gracias por transformar los momentos de confinamiento en oportunidades para leer, escuchar, buscar y aprender más de tí.
Gracias por enseñarme a través de mis dudas.
Gracias por darme respuestas que no pensaba posibles.
Gracias por darme calma cuando no soy capaz de encontrarla.
Gracias porque esa luz que nació en Belén vive hoy en mí, e ilumina cada día mi vida, dándome fuerzas y esperanza para seguir caminando.
En esta semana ví este vídeo, que os envío para escuchar la canción, y al leer algunos de los comentarios me dí cuenta de cuántos momentos duros se están atravesando, y cómo necesitamos al Señor.
Señor, ayúdanos a no soltar tu mano.
