Meditaciones 26-5-2020

ANA BRAVO

ESTAR VIGILANTE

“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Mateo 24:42
Jesús enseña con diferentes ejemplos el concepto de estar vigilante para que estemos preparados, pues no sabemos lo que ha de acontecer.
Muchas veces hemos oído decir “vive cada día como si fuera el último”, y no le falta razón porque nuestra vida depende totalmente de nuestro Creador.
En Lucas 12:35-48, Jesús desarrolla una historia en la que compara al siervo que vela y espera a su señor con el siervo que no es prudente y empieza a desobedecer y a actuar con maldad. El toque de atención viene cuando el señor de aquel siervo malo regresa sin que este lo espere, y lo castiga duramente por encontrarlo obrando así.
Nuestra esperanza está en Jesús y por eso es necesario que estemos preparados. La salvación de Cristo es un regalo, pero si lo aceptamos tenemos la responsabilidad de ser coherentes, y obedientes a quien nos lo ha dado todo.
La Biblia nos dice que escudriñemos las Escrituras, así podemos conocer al Dios que se nos ha revelado, pero ese conocimiento implica no mirar a otro lado y decir “ya seré obediente, ahora quiero vivir a mi manera”. ¿Acaso conocemos el mañana? Si conocemos la voluntad de Dios tenemos que ser consecuentes. Dice la parábola mencionada que al que conoce la voluntad de su señor y no la hace, se le darán muchos azotes, y al que no la conoce y tampoco la hace, se le azotará poco, porque pedirá cuentas a ambos, pero al que más se le ha dado más se le exigirá.
De esa responsabilidad es de la que hablo, no solo con nosotros mismos sino con aquellos que nos rodean. Nuestra desobediencia hace daño en ambas direcciones, y a veces, las consecuencias pueden ser muy duras.
No quiero transmitir la sensación de esclavitud, de obediencia por miedo, al contrario, la obediencia es por amor y agradecimiento. Dios nos hizo libres de elegir amarle, pero esa elección implica acción, no dejadez, implica que si confiamos en Él es porque entendemos que nos ama y que obedecerle es la mejor manera de vivir, pues Él quiere lo mejor para nosotros, pese al dolor y la confusión en algunas situaciones.
Está claro que vamos a fallarle a Dios en muchas cosas, pero lo importante es hacia dónde se inclina nuestra intención y nuestro corazón, si a buscar su voluntad o la nuestra, a obedecerle o a rebelarnos; porque, dicho sea de paso, como menciona el libro de Job ¿es sabiduría contender con el Omnipotente?
Hay una lucha en nuestro interior con la que tenemos que convivir, y Pablo la describe muy claramente “lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso hago”. MI parte espiritual y mi parte carnal, eso está ahí, pero es diferente cuando en mi desobediencia yo tomo la decisión de alejarme de Dios, porque ya tendré tiempo de reconciliarme con Él y ahora necesito mi espacio. Esta parábola nos deja claro que el tiempo no lo decidimos ni lo controlamos nosotros, algo que, desgraciadamente, estamos comprobando muy de cerca en la situación actual que estamos viviendo, ante
tantas pérdidas de vidas.

La conclusión no es que nuestro Señor quiera azotarnos, sino precisamente advertirnos para poder decir “bien, buen siervo y fiel”.
Esa lucha interior que he descrito anteriormente me recuerda una conversación, que a mí me gusta en especial cómo lo expresa, en una de las películas de Harry Potter, algo así como “todos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior, lo que cuenta es lo que deseamos potenciar”. Pues sí, eso es importante.

Me quedo con lo que dice una letra preciosa de un himno, que no recuerdo haber leído antes, y leí la semana pasada en un enlace colgado en el grupo de iglesia, y que refleja la entrega a Dios. La primera parte dice así:

“Señor, no me corresponde saber, si he de vivir o morir;
Mi porción es amar y servir, a quien su gracia me da sin yo merecer.
Si la vida es larga, feliz seré, a través de los años te obedeceré;
Si es breve, ¿por qué he de entristecer si el día eterno aguardo por fe?

Mucho nos queda por aprender, pero Dios nos ayuda a andar el camino.