Meditaciones 08-03-2021

Os envío una reflexión que leí y quería compartir con vosotros, pues nunca me había planteado ese punto de vista respecto al versículo de Mateo 5:41, aunque todo el pasaje, desde el v. 38 al 42 habla sobre el mismo concepto, donde Jesús nos quiere enseñar que dejemos en sus manos.

Siento en algunos sentidos que yo también camino en esa primera milla que describe esta reflexión y que cuesta abandonarla. Solo con la ayuda del Señor podemos encontrar las fuerzas para dejarla atrás y echar nuestra ansiedad sobre él, caminando así en la segunda milla.

Mateo 5:41 « …y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos…» El Maestro y Señor de Señores me dijo: ¿Por qué andas en esa milla primera siempre hijo? Enmudecí y no sabía que decir, con solo escuchar su voz apacible y tan firme que no podía siquiera decir nada, era algo extraño, pero pude sentir que eso era algo sobrenatural, su pregunta me hizo estremecer y yo no podía responder y queriendo hacerlo apenas pude balbucear unas palabras sin sentido y él me tocó el hombro y me dijo: no contestes, vas a tener que escuchar. Su voz me causó una paz indescriptible y comenzó a decirme: Veo que estás haciendo lo que todos a tu alrededor hacen: solo lo mismo. Veo que estás siempre triste y buscando sobrevivir en la vida, siempre buscando más tiempo y es lo que más se te está yendo de entre las manos por vivir como vives, siempre en esa primera milla hijo. En ese momento que dijo: esa primera milla, algo dentro de mi saltó y como que estaba comenzando a despertar. Y él continuó: esa primera milla, es la causa de tu dolor y tu amargura, estás sumido en esa primera milla hijo, debes continuar la segunda, en lo que empiezas la segunda milla, vendrá tu sanidad. Yo pude balbucear pero un poco más claro y expresé: pero Señor, me cuesta salir de esa primera milla, siento que estoy atrapado y siento que decaigo, y no puedo pasar a la otra que me pides. Él, con su mirada de ternura se sentó frente a mi y me levantó mi rostro cabizbajo desde mi barbilla y pude enfocar apenas hasta su cuello y era incapaz de verlo en su profundidad y expresó: Si, casi la mayoría vive así, y por eso viven en ese afán y ansiedad. Unos buscando sobresalir por lo que hacen o lo que quieren hacer, buscando nuevas experiencias y mejores remuneraciones, más no saben que todo procede de mi y yo lo doy a quien veo que está en la segunda milla, en la primera solo te toca tu paga, el dolor, el sufrimiento y el juzgamiento de tus iguales hijo. Mira aquel que piensa que es mejor que el otro porque hizo una obra u otra en mi nombre cree que tiene derecho a reclamarle a su hermano y no es así. Eso solo significa que aún estás caminando en la primera milla, deben comenzar en la segunda, para que de ellos brote la verdadera comunión y paz que han perdido y les han hecho creer que son ustedes los mejores y más selectos, pero deben hacer su mejor esfuerzo de caminar en la segunda milla hijo, si caminas allí, te aseguro que jamás querrás vivir atado a la primera milla, jamás volverás porque no podrás. Comencé a llorar por su inmensa paz que sobreabundó y me dijo: no llores hijo, solo comienza a caminar en esa segunda milla, y verás la diferencia. El tiempo jamás será tu limitante, nada causará molestias a tu ser, todo redundará en bendición día a día. Recuerda Números 14:24 «Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión de ella.» No lo olvides, debes seguir caminando, no debes parar y solo así no te cansarás. Sentí que nuevas fuerzas vinieron y me levanté y dispuse a caminar en esa segunda nueva milla que estaba casi frente a mi, y al querer dar ese primer paso fluyeron nuevas fuerzas, y algo que jamás había experimentado, un viento apacible que impregnó todo ese lugar y la carga que llevaba se hizo más liviana y dije: Bendito sea el nombre del Señor Jesucristo.

 

ANA BRAVO