En India, 3 cristianos fueron hospitalizados tras un brutal ataque por parte activistas del grupo Bajrang Dal. Dos de ellos son pastores.
Según ha informado ICC, los hechos ocurrieron el pasado 1 de marzo en la aldea de Bilkondi, en el estado de Karnataka al sur de India. Los cristianos estaban reunidos en un hogar celebrando el cumpleaños del hijo del pastor Sadashiv Raju. De pronto, una turba de aproximadamente 25 miembros del grupo radical Bajrang irrumpió violentamente la casa. Según las víctimas, una vez dentro los radicales cerraron la puerta de la casa para que nadie escapase y comenzaron a atacar físicamente a los asistentes.
“Traté de defenderme mientras seis personas golpeaban constantemente todo mi cuerpo”, declaró el pastor Raju. “Golpearon a mi esposa mientras intentaba rescatarme de las manos de esos matones. Ella resultó gravemente herida y traumatizada. Se ha marchado a casa de sus padres para mantenerse alejada de lo que sucedió”.
Raju ha estado pastoreando una iglesia pentecostal en la aldea desde hace 12 años. Indica que los activistas de Bajrang Dal justifican el ataque sosteniendo que el pastor practica conversiones religiosas ilegales.
“Nunca he obligado a nadie a convertirse o a cambiar de religión”, sostiene el pastor Raju. “Si las personas acuden a mi con necesidades, oro por ellos. A veces se sanan y por eso asisten a la iglesia ”.
Además de los hospitalizados, otros 3 cristianos resultaron heridos. Los radicales causaron daños materiales al hogar. Los hospitalizados tuvieron que ser trasladados a un centro privado en la ciudad de Gokak.
Los agraviados presentaron una denuncia formal ante la policía local. Sin embargo se conoce que la policía no ha abierto inventigación alguna. De hecho, la turba que atacó la fiesta de cumpleaños pasó a atacar una segunda reunión cristiana y golpeó al pastor de una Iglesia de las Asambleas de Dios.
El estado de Karnataka actualmente está dirigido por el Partido Bharatiya Janata (BJP). Este partido quiere sancionar una ley anticonversión en su territorio. Los creyentes locales temen que si esta ley se promulga aumentarán los ataques a los cristianos por grupos radicales.
