En esta predicación, el predicador Estarlin Almarante explora la historia bíblica de Zaqueo, un hombre rico y recaudador de impuestos que tuvo un encuentro transformador con Jesús. A través de esta historia, se destaca cómo Jesús puede cambiar vidas, independientemente de las circunstancias o el pasado de una persona. El mensaje central es que el dinero y las posesiones no pueden comprar la salvación, la cual solo se obtiene a través de un encuentro personal con Jesús. La predicación se divide en tres etapas clave de la vida de Zaqueo: su búsqueda de Jesús, su encuentro con Él y el cambio radical que experimentó después.

El dinero no lo es todo: El predicador comienza reflexionando sobre cómo el dinero puede comprar cosas materiales, pero no puede comprar la salvación, el amor, el respeto o la vida eterna. La salvación es un regalo gratuito que solo Jesús puede ofrecer.
La búsqueda de Zaqueo: Zaqueo, un hombre rico y despreciado por su sociedad, tenía un deseo genuino de conocer a Jesús. A pesar de los obstáculos, como su baja estatura y la multitud, Zaqueo hizo todo lo posible para ver a Jesús, incluso subiéndose a un árbol.
El encuentro con Jesús: Jesús no solo vio a Zaqueo, sino que también lo llamó por su nombre y decidió hospedarse en su casa. Este encuentro personal fue el punto de inflexión en la vida de Zaqueo, demostrando que Jesús busca a aquellos que están perdidos.
El cambio radical: Después de su encuentro con Jesús, Zaqueo experimentó un cambio profundo. Decidió dar la mitad de sus bienes a los pobres y devolver cuatro veces lo que había defraudado. Este acto de generosidad y arrepentimiento mostró que su vida había sido transformada por Jesús.
Ningún caso es perdido: El predicador enfatiza que, al igual que Zaqueo, nadie está demasiado lejos de la gracia de Jesús. No importa cuán difícil sea la situación de una persona, Jesús puede transformar su vida si está dispuesta a buscarlo.
La invitación de Jesús: La predicación concluye con una invitación a aceptar a Jesús en el corazón, dejando atrás los obstáculos y los prejuicios. Jesús está llamando a la puerta de cada corazón, ofreciendo una relación personal y transformadora.

En conclusión, la historia de Zaqueo nos muestra que Jesús tiene el poder de cambiar vidas, sin importar las circunstancias o el pasado de una persona. El dinero y las posesiones no pueden comprar la salvación, pero un encuentro personal con Jesús puede transformar radicalmente a cualquiera. La invitación está abierta para todos: aceptar a Jesús en el corazón y experimentar el cambio que solo Él puede ofrecer.