En esta predicación, el predicador Estarlin Almarante reflexiona sobre el servicio como un modelo de vida que Jesús nos dejó, tomando como base el pasaje de Marcos 10:45. A través de una analogía de un rey que se humilla para servir a sus súbditos, se destaca cómo Jesús, siendo el Rey de reyes, no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. El mensaje central es que el verdadero liderazgo y la grandeza se encuentran en el servicio a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.
- La identidad de Jesús: Jesús se describe a sí mismo como el «Hijo del Hombre», un título que refleja su autoridad y gloria, pero que también muestra su humildad al nacer en un pesebre y vivir como un siervo. A pesar de ser merecedor de toda adoración, eligió servir en lugar de ser servido.
- El ejemplo de Jesús: Jesús no utilizó su poder para dominar, sino para servir. Su vida fue un ejemplo de entrega y sacrificio, mostrando que es más bienaventurado dar que recibir. Lavó los pies de sus discípulos, sanó enfermos y liberó cautivos, demostrando que el servicio es la esencia del amor y la generosidad.
- La misión de Jesús: Jesús vino a dar su vida en rescate por muchos, pagando el precio para liberarnos del pecado y la separación de Dios. Su sacrificio en la cruz fue el acto supremo de servicio, ofreciendo salvación y una nueva vida a quienes creen en Él.
En conclusión, la predicación nos desafía a seguir el ejemplo de Jesús, viviendo una vida de servicio y generosidad en lugar de egoísmo. Se nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones diarias: ¿servimos a los demás o esperamos ser servidos? Jesús ya hizo su parte al entregar su vida por nosotros, y ahora nos corresponde tomar la decisión de vivir para servir, impactando a otros con el mismo amor y sacrificio que Él nos mostró.