El joven Rico: El buscador que se fue triste

En esta predicación, el predicador Estarlin Almarante aborda la historia del joven rico, un buscador que se acercó a Jesús con una pregunta crucial pero terminó yéndose triste debido a su apego a las riquezas. A través de este relato, se explora la naturaleza del vacío humano y cómo solo Dios puede llenarlo, enfatizando que la salvación no se obtiene por méritos humanos, sino como un regalo de Dios mediante la fe en Jesucristo.

  • El joven rico era un buscador genuino con cualidades admirables: juventud, riqueza, moralidad y posición social, pero aun así sentía un vacío espiritual que lo llevó a preguntar a Jesús cómo heredar la vida eterna.
  • Su enfoque incorrecto: creía que la vida eterna se ganaba mediante obras, reflejando una mentalidad legalista que Jesús confrontó al señalar que solo Dios es bueno y que el joven no reconocía su pecado.
  • El costo de seguir a Jesús: Jesús le reveló su idolatría al dinero y le pidió que lo dejara todo para seguirlo, pero el joven no estuvo dispuesto a renunciar a sus posesiones, mostrando que amaba más sus riquezas que a Dios.
  • La imposibilidad humana: Jesús enseñó que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de Dios, destacando que la salvación es imposible para los hombres, pero posible para Dios.
  • La salvación como regalo: La vida eterna no se obtiene por méritos, obras o religiosidad, sino por la fe en Jesucristo, quien transforma los corazones y llena el vacío que nada más puede satisfacer.

La predicación concluye con un llamado a reflexionar sobre qué ocupa el lugar de Dios en nuestras vidas y a rendirnos completamente a Jesús, evitando el error del joven rico, quien se fue triste por no estar dispuesto a pagar el precio del discipulado. La invitación es a acercarse a Cristo con fe, reconociendo nuestra necesidad de salvación y experimentando el gozo que solo Él puede dar.