El eunuco etíope: El buscador decidido

La predicación «El eunuco etíope: El buscador decidido» comienza con una celebración por el bautismo de 18 personas, incluyendo cinco jóvenes de la iglesia, quienes dieron un paso público de fe. El predicador destaca la alegría compartida por la comunidad y reta a los presentes a felicitar a estos jóvenes. Luego, introduce el tema central: la historia del eunuco etíope en Hechos 8:26-40, un hombre decidido que, tras creer en Jesús, pidió ser bautizado inmediatamente. Esta narrativa ilustra cómo Dios actúa en quienes le buscan con sinceridad.

  • Dios guía a los que tienen un corazón abierto: En Hechos 8:26-29, vemos cómo Dios dirige a Felipe hacia el eunuco, un funcionario etíope que buscaba a Dios. Aunque eran muy diferentes (Felipe, un evangelista judío; el eunuco, un extranjero adinerado), Dios los unió con un propósito: que el eunuco conociera a Jesús. Esto muestra que Dios pone personas en nuestro camino para ayudarnos a encontrarlo, como hizo con C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien.
  • Dios habla a través de su Palabra: En los versículos 30-35, Felipe aprovecha que el eunuco leía Isaías 53 para explicarle el evangelio de Jesús. Esto resalta la importancia de conocer las Escrituras y compartirlas con intencionalidad. El eunuco reconoció su necesidad de guía, y Felipe, preparado, le mostró cómo toda la Biblia apunta a Cristo.
  • Dios transforma las vidas de los que creen: Al creer en Jesús, el eunuco pidió ser bautizado (versículos 36-40). Su fe genuina lo llevó a la obediencia inmediata, y su vida fue llena de gozo. El predicador enfatiza que el único requisito para el bautismo es creer en Jesús, sin importar la edad o el trasfondo, y anima a los oyentes a dar pasos de fe similares.

En conclusión, la historia del eunuco etíope nos desafía a reconocer a quienes alrededor nuestro buscan a Dios, a estar preparados para compartir el evangelio con sencillez y a responder con fe y obediencia, como hizo el eunuco. El predicador anima a la iglesia a ser intencional en la evangelización y a celebrar la transformación que solo Jesús puede dar. Finalmente, invita a reflexionar: si hemos creído en Cristo, ¿qué nos impide dar el siguiente paso en nuestra fe?