En esta predicación titulada «El Dios de oportunidades», el predicador Roberto Cunin, tomando como base el capítulo 3 del libro de Jonás, explora la naturaleza de un Dios que constantemente ofrece segundas oportunidades a las personas. A través de la historia de Jonás y la ciudad de Nínive, se presenta un mensaje sobre la gracia, el arrepentimiento y la transformación que Dios hace posible.
- Dios es un Dios de múltiples oportunidades: Él se las ofrece a todos, tanto a sus hijos desobedientes, como a Jonás, como a quienes no lo conocen, como a los pecadores ninivitas. Su amor y misericordia lo llevan a ser paciente y a dar nuevas oportunidades cada día para obedecerle y acercarse a Él.
- Las oportunidades de Dios pueden producir un arrepentimiento verdadero: Este arrepentimiento genuino, como el de Jonás y los ninivitas, no se queda en un sentimiento, sino que produce obediencia, cambios concretos en la vida y frutos visibles. La respuesta de Jonás fue ir a predicar, y la de Nínive fue creer, humillarse, ayunar y clamar a Dios.
- Todo es posible por el amor, la misericordia y el perdón de Dios: La base de las oportunidades y del cambio es el carácter compasivo de Dios. Él perdona a quienes se acercan con un corazón sincero y arrepentido. La máxima muestra de este amor fue el envío de su Hijo Jesús, quien murió y resucitó para ofrecer perdón y vida abundante.
La predicación concluye con una invitación personal. Se anima a quienes ya conocen a Dios a aprovechar cada oportunidad diaria para amarle y servirle mejor. Y a quienes no le conocen, se les recuerda que cada nuevo día es una oportunidad de Dios para acercarse, pedir perdón y comenzar una relación personal con Él, aprovechando esa gracia hoy, pues el futuro es incierto. La seguridad final es que Dios perdona a todo aquel que se arrepiente de corazón, tal como hizo con Nínive.
