La predicación «Dios, Vida y Luz» de Robert Cunin se centra en la figura de Jesucristo como el Verbo encarnado, explorando su naturaleza divina, su papel en la creación y su ofrecimiento de vida y luz a la humanidad. A través de un análisis de Juan 1:1-5, el predicador destaca la eternidad de Jesús, su identidad como Dios y su obra redentora. La reflexión invita a los oyentes a examinar su relación con Jesús y a vivir bajo su luz.
- Jesús como el Verbo eterno: Se enfatiza que Jesús existía desde el principio, es Dios y no tiene inicio ni fin, siendo parte de la Trinidad junto al Padre y el Espíritu Santo.
- Creador de todas las cosas: Todo lo que existe fue hecho por medio de Jesús, lo que revela su poder y soberanía absoluta sobre la creación.
- Jesús como vida y luz: Él es la fuente de vida espiritual y la luz que vence las tinieblas del pecado, ofreciendo salvación y dirección a quienes lo siguen.
- La necesidad de la humanidad: Sin Jesús, el ser humano vive en oscuridad y muerte espiritual, pero a través de su sacrificio en la cruz, hay esperanza de redención.
- Llamado a vivir en su luz: Los creyentes deben reflejar la luz de Cristo en su vida diaria, luchando contra el pecado y siendo testimonio en un mundo lleno de tinieblas.
- Victoria de la luz sobre las tinieblas: Ninguna oscuridad puede prevalecer contra Jesús, y quienes están en él comparten esa victoria, siendo guiados y protegidos por su presencia.
En conclusión, la predicación subraya la grandeza de Jesucristo y su amor al dar vida y luz a la humanidad. Invita a los oyentes a evaluar si realmente conocen a Jesús y a vivir bajo su guía, recordando que su luz nunca será vencida. Para quienes aún no lo han aceptado, hoy puede ser el inicio de una nueva vida en él, marcada por el perdón, la transformación y la comunión con Dios.