“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1ªTs. 5:16-18
Comenzamos 2025, apenas llevamos dos meses y conforme va avanzando el año, nos damos cuenta que las cosas y la vida van a una velocidad acelerada, lamentable no para bien. Si volvemos la mirada atrás, llevamos ya un cuarto del siglo XXI. Creíamos entonces, que la sociedad avanzaría con logros para la población de bienestar y progreso. Pero está sucediendo todo lo contrario, progreso hay, mas no es el deseado porque no siempre se usa para bien. La mentira, el engaño, la hipocresía, la avaricia, el egoísmo, la envidia, la arrogancia y el despotismo, la vanagloria y la soberbia, la crueldad son algunas cualidades de grandes hombres que aparentan ser piadosos pero la piedad, no practican. Pareciera que el texto de 2ª de Timoteo 3:1-5 se hubiera escrito hoy. Las grandes compañías de redes sociales prácticamente están basadas en esos principios. Dejando que los bulos circulen por las redes como si fueran verdades. No les importan si dañan o destruyen a alguien. Por otro lado, los grandes lideres mundiales, se autoproclaman los salvadores del mundo. La palabra del Señor nos advierte que tengamos mucho cuidado con ellos, en Mateo 7:15 nos dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” se creen con derecho absoluto de todo y de todos. Si algo se les antoja, no dudan en apropiárselo, porque eso será bueno para el progreso de todos, según ellos. Sin embargo, sólo desean su propio beneficio y enriquecimiento, aunque arrasen ciudades y pueblos con tal de obtenerlo. Su egoísmo y autosuficiencia les impiden ver el daño y sufrimiento causado en otros. En 2ª de Timoteo 3:13 nos dice que son malos hombres y engañadores “Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados”. Con esta perspectiva despertamos cada mañana con noticias inquietantes que nos impactan por su dureza. Nos parece irreal, pero es muy real y aunque directamente pareciera que no nos afecta nos puede salpicar de lleno. Como cristianos tenemos la obligación de interceder por todo esto en oración pidiendo que nos libre del mal, nos afecte o no, porque hay personas a las que sí les afecta. y oremos no sólo para que nos proteja y nos libre del mal, sino también por los que provocan el mal. Jesús nos dijo que así lo hiciéramos, que orásemos por nuestros enemigos. Mateo 5:44-45 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”
Que el Señor nos ayude a cumplir con su mandato.
Josefina M.