Fe

Cuando el profeta Natán se acercó a recriminar a David su pecado con todo aquel asunto de Betsabé y Urías, lo hizo utilizando un cuento. Es curiosa la manera en la que la Palabra de Dios llegó a David, el profeta no le expuso directamente su error, sino que le propuso un ejercicio para que de su propia boca saliera un juicio “vive el Señor que el que tal hizo es digno de muerte” (2ºSamuel 12:5).

Isaías 35:1-10 y 61:1-11 son textos preciosos que los leccionarios traen para el tercer domingo de Adviento. Hablan del retorno del exilio babilónico, del re-establecimiento de Sión y de su glorificación.

El hombre cerró los ojos. No pensaba en sus tierras, seguramente arruinadas y devastada por el fuego, había sido uno de los hombres más ricos del momento. Tampoco pensaba en los animales que acababan de robarle. Ni tan siquiera pensaba en la familia que acababa de perder, y todo en el mismo día.