Evangelismo

Al que está sentado en el trono, y al cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (Apocalipsis 5:13b) Cada verano, en las vacaciones, me encanta ver a un grupo de jóvenes músicos, con instrumentos de metal, tocando en la calle. Suena maravilloso. El placer de compartir música en comunidad ha reunido a las personas durante siglos. Como seguidores de Cristo, ya sea que estemos en grupos pequeños, coros, o congregaciones, alabar a Dios es uno de los elementos clave de nuestra expresión de fe; y un día, estaremos cantando en un concierto que no podemos ni imaginar.