Efesios 5:8-10 nos dice: “En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; vivid como hijos de luz, porque el fruto del Espíritu se manifiesta en bondad, justicia y verdad, y comprobad lo que es agradable al Señor.”
“¿Qué significa agradar? Agradar es modificar el nivel de satisfacción que siente otra persona. Es producir una reacción positiva en el otro. ¿Creemos que podemos agradar a Dios? ¿Podemos modificar su nivel de gozo? Dios no necesita de nosotros para aumentar su gozo, pero es un privilegio que nos otorga. Nos regala el privilegio de modificar sus emociones y generarle una sonrisa. ¿Puede haber algo más hermoso que dibujar una sonrisa en el rostro de alguien que amas?”. Al leer estos pensamientos en las meditaciones de un autor, llamado Nicolás Tranchini, me planteo la motivación real al realizar cada acción de servicio en mi vida. Cuando servimos en la iglesia, cuando ayudamos a alguien en el trabajo, cuando nos levantamos para dejar un asiento a una persona anciana en el autobús… ¿qué es lo que nos motiva a estas acciones? ¿Quizás quiera que los demás reconozcan que ha habido un cambio en mi vida, o quizás quiera que Dios vea ese cambio en mí? ¿O es la respuesta de mi corazón a un anhelo, un deseo profundo de amar a Dios sobre todas las cosas, lo que produce este cambio de actitud y el deseo de amar a otros a través de mi servicio? Por la cruz de Cristo no tengo que hacer nada para agradar a Dios. Agradar a Dios no es un requisito para ser aceptado por Él, pero es un privilegio que se me otorga porque ya lo soy, ya he sido aceptado por Él en Cristo. Dios ha decidido tener un vínculo con nosotros, y gracias a lo que Él nos ha dado, podemos nosotros servirle a Él y a los demás.
En Efesios 4:30 leemos lo que Pablo nos pide, al estar revestidos de la nueva naturaleza en Cristo: “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. Dice que podemos entristecer al Espíritu. A Dios le afecta emocionalmente nuestro proceder.
Así pues, es a la luz de Cristo como se han de poner a prueba todas nuestras motivaciones y acciones, y eso es lo que nos indicará lo que es de agrado o no a nuestro Dios.
Beatriz D. O.
16 de marzo 2025